miércoles, 16 de julio de 2014

MEXICO SIN ENERGÍA… NI PODER

  "Creo, sinceramente, como tú, que los sistemas bancarios son más peligrosos que los ejércitos"
Thomas Jefferson
 Es manifiestamente imposible hablar de ingeniería social o de automatización de una sociedad sobre una escala nacional o internacional sin implicar objetivos extendidos de control social y de destrucción de la vida humana (es decir esclavitud o genocidio).
Ejemplo de esto son los movimientos sociales que a partir de la violencia se han reprimido, violencia que en ocasiones ha sido usada de manera “legal por el estado” (legal no quiere decir que sea justa) esta implantación de la violencia para lograr un dominio “económico” tiene mucho tiempo gestándose, la mentalidad de piedra y acero de los tecnócratas ha creado sociedades deshumanizadas, egoístas, aisladas, de plástico.
La búsqueda por el poder económico de unos cuantos sobre el bienestar de la humanidad no es algo que se le ocurriera a la élite mundial de un día para otro, como les comentaba en el artículo anterior, desde 1954 se planearon algunas de las políticas que se han puesto en marcha en la actualidad, no solo en nuestro país, sino en casi la totalidad del planeta.
Dentro del Tratado de Libre Comercio se implementaron algunas políticas que son las bases de las actuales reformas estructurales como la energética especialmente.
Si el modelo actual se consolida, vendrán otras reformas para privatizar la salud y la educación en nuestro país, (desaparecerán las escuelas públicas y los sistemas de seguridad social del estado) el agua en algunos estados ya está en manos de particulares, hidroeléctricas privadas que son las que generan la luz que antes generaba la presa de Necaxa, le energía eólica es propiedad española, entre otras. Estas reformas son las que necesita nuestro vecino del norte para asegurar su estabilidad energética.
El modelo en el que nos encarrila esta reforma energética es el de la seguridad energética de América del norte, todas las reformas tienen la finalidad de que las empresas norteamericanas tengan un abastecimiento energético seguro para su desarrollo.
En el caso de la liberalización de la energía significa, por lo general, la perdida de autoridad y soberanía públicas sobre un sector económico estratégico. Bienes públicos caen en manos de unas cuantas empresas multinacionales irresponsables y cada vez más poderosas, dispuestas a arrasar con los recursos naturales de los estados que las reciban.
Este tipo de propuestas han generado amargos levantamientos en todo el mundo.
Han existido protestas que detuvieron esas iniciativas privatizadoras  en Perú, Ecuador y Paraguay.
En República Dominicana varias personas resultaron muertas durante las protestas contra los apagones impuestos por las empresas privadas.
En Sudáfrica, cientos de personas marcharon durante una huelga general de dos días para protestar contra la privatización que fue llamada “El Apartheid vuelto a nacer”
En Corea los trabajadores llevaron a cabo una huelga de cinco semanas para protestar contra la venta del sistema nacional eléctrico. En Papúa, Nueva Guinea, miles de estudiantes se manifestaron contra el plan de privatización de servicios públicos, incluyendo a Elcom, la autoridad en electricidad, cuando la policía trato de sofocar la protesta pacifica con gases lacrimógenos, escopetas y rifles m-16, murieron tres estudiantes y muchos resultaron heridos, lo que ocasionó disturbios generalizados. En Francia, más de 40 mil personas marcharon por París para protestar contra las privatizaciones propuestas. Incluso en China los trabajadores se manifestaron contra la venta de una planta de energía en la provincia de Henan a una empresa privada, amenazando con bloquear la carretera estatal y acostarse sobre los rieles mientras los trenes pasan por encima de ellos.
No tenemos que ir demasiado lejos, el gobierno de Rafael Moreno Valle en Puebla está lastimando a nuestra gente, aplicando la fuerza a favor de injustas expropiaciones para favorecer las políticas privatizadoras, pero aquí, los estamos dejando solos.
Un último comentario, en EEUU, la energía eléctrica y la industria de los hidrocarburos están catalogadas como de seguridad nacional y ningún extranjero puede intervenir en esas empresas.
Voy y vengo.
@chavacfigueroa